Una madurita trabajadorcísima se siente frustrada por las largas horas que pasa en el trabajo, no puede compartir con su esposo y no tiene ningún novio por sus ocupaciones laborales. De ahí que, decide masturbarse en su oficina. El vídeo empezará con ella en su puesto, donde llevada por la lascivia va a decidir sentarse sobre un sillón y empezar a masturbar su clítoris; seguidamente empezará a introducir sus dedos, cuando sobresaltado por los gemidos provenientes del sitio, su jefe aparecerá.
Tras ser encontrada en esa faceta, el jefe procede a asistirla a satisfacerse tomándola por sus senos hasta el momento en que consiga venirse. Entonces, para acabar con su proceso de satisfacción, le entregan un consolador, lo que la lleva a masturbarse con él, de manera que pueda sustituir la necesidad de ser follada por una enorme polla. Este vídeo va a ser inusual para ti, caso de que te agraden las maduritas tetudas.